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miércoles, junio 25, 2008

Carta Abierta

Me acaba de llegar esta carta de un amigo muy querido, su hija se accidentó en un concierto que organizó la Delegación de Tlalpan, en mayo pasado. En estos momentos no se trata de hacer leña del árbol caido, pero sí, que gobiernos a los que aspiramos escuchen a la ciudadanía. Destaco la responsabilidad del Jefe de Gobierno del DF en mostrar su disposición a abordar la tragedia de manera directa en la discoteque Divine, eso mismo se podría esperar de autoridades de las delegaciones del DF, ojalá que así lo hagan.


Señor Guillermo Sánchez Torres, Jefe Delegacional en Tlalpan.
Señor José Luis Cruz, Director del Festival Ollín Kan 2008.


Mi hija es Mariana Rivera Arroyo. El domingo 11 de mayo de este 2008 asistió al evento musical del Festival Ollín Kan en el deportivo Vivanco. Ella solamente tenía el interés de escuchar música y bailar, durante la espera, una enorme viga metálica se estrelló contra su cara, el golpe le tiró un diente con todo y raíz y le estrelló otros dos causándole un hundimiento hacia el paladar y dejándolos con movilidad, al tiempo que la encía le fue separada del maxilar superior. Otra viga metálica le golpeó el hombro derecho causándole un esguinsen en la clavícula y una herida profunda por donde sangraba. Debido a los golpes, Mariana perdió el conocimiento por varios minutos.

Cerca de una hora Mariana estuvo ahí, sangrando, víctima del profundo dolor, tirada en el piso sin recibir auxilio alguno. No había ambulancias, no había paramédicos ni médicos, solamente la asistían sus amigos, desesperados, angustiados.

Como Mariana, así estuvieron decenas de jóvenes, de mujeres, de hombres. Golpeados, inconcientes, abandonados a su suerte.

Mariana fue sometida a una violencia brutal, horrible, tremenda. Mariana fue víctima del ejercicio del gobierno irresponsable, improvisado, despótico que viola la ley con impunidad, se esconde y evade sus responsabilidades, atribuyendo la catástrofe a las fuerzas de la naturaleza y minimizando los acontecimientos.

Mi hija fue atenida a las 18.05 horas por la ambulancia 02 de Emergencias de Tlalpan, tripulada por el paramédico Ángel Martínez Rendón y el médico Carlos Mendoza y llevada al hospital Médica Sur, dejándola ahí a las 18.25 horas con otra amiga de ella gravemente herida y con un amigo que había sufrido fuertes golpes.

Aproximadamente a las 19 horas se presentaron dos funcionarios de la delegación, uno de ellos se identificó como el Director Administrativo y dijo que era enviado por usted, señor Sánchez Torres, y que nuestros heridos serían atendidos a cargo del gobierno delegacional. Nosotros le solicitamos que usted se presentara ahí, en el hospital y nos diera una explicación detallada de las causas del desastre, él dijo que usted seguramente llegaría de un momento a otro y que las causas del accidente habían sido “los fuertes vientos”. Yo le anoté que no aceptábamos ese tipo de explicaciones esgrimidas por los gobernadores de Puebla, Chiapas y Tabasco, en donde siempre la negligencia de los gobiernos era ocultada por “las fuerzas de la naturaleza”.

El domingo 11 de mayo, aproximadamente a las 19 horas, fue la primera solicitud que le hicimos al señor Juan Manuel López para que usted se presentara. Esta petición se volvió a hacer el lunes 12 por la mañana en la reunión de las 10 horas, por la tarde en la reunión de las 19 horas, y así sucedió el martes 13 y el miércoles 14. Usted nunca apareció, siempre promesas de que llegaría, siempre promesas, pero nunca apareció usted para dar la cara por un acto en donde su gobierno tiene plena responsabilidad, siempre otros funcionarios apareciendo por usted. Al igual que los gobernadores priístas, siempre hay cosas más importantes que atender que a las víctimas de un mal gobierno. Total, no son tiempos de elecciones.

Y que decir de usted señor Cruz. El domingo 11 de mayo, ahí en el deportivo Vivanco se encontró con mi hija Mariana. Ella tirada en el piso, llorando, gritando, ensangrentada ¿la recuerda? ¿no?, bueno, ella es la que le mentó la madre varias veces y le recordó que dos días antes en ese festival, en esa cancha, sus amigos habían sido víctimas de la violencia policíaca y ahora le había tocado a ella.

Es posible que no la recuerde, pero si le anoto que usted le dijo a ella y a mi otra hija, Celia Rivera, que usted visitaría a los heridos y que directamente se haría cargo de la situación. Bueno, da igual, usted tampoco ha dado la cara, también se ha ocultado, tampoco le interesan los heridos en su festival de culturas en resistencia.

Yo soy Cuauhtémoc Rivera Godínez, sociólogo y narrador de historias y cuentos. Me presenté el lunes 2 de junio con la Señora Yvon Boyer, el señor Felix Martínez, el señor Ulises Ortega , la señora Celia Braín y el joven Rodrigo Hurtado Braín en sus oficinas de jefe de gobierno delegacional. Ahí está el formulario con folio 00532 con fecha 2 de junio y con la hora de 10.35 de la mañana. Una dama nos atendió y pedimos audiencia con usted, nos dijo que usted no se encontraba y pedimos hablar con su secretario particular, cortésmente ella nos dijo “Esperen un momento”.

Minutos después pasamos a una oficina y ahí nos recibió un hombre moreno que se identificó con el nombre de Jesús Rendón. Le explicamos que el objetivo de nuestra visita era concertar una cita con el jefe delegacional, él nos pidió el motivo, le dijimos que era con motivo de la catástrofe del 11 de mayo del Festival Ollín Kan, él se excusó de no conocer el tema “Es que me acaban de dar posesión de este cargo, yo estaba en Servicios Urbanos”. Le explicamos pacientemente, todo para que él nos dijera “voy a ver para cuando tiene tiempo en su agenda el señor delegado”. Yo le insistí que queríamos la cita para el martes 3, que llevábamos 22 días esperándolo a usted y nunca había aparecido. Le pedimos que nos dijera cual era su puesto y él contestó “Va a sonar un poco redundante pero soy el secretario particular del secretario particular”. ¡Ufffffff ¡… Bueno, esa es la atención que le merecemos, ni modo. El secretario particular de su secretario particular prometió comunicarse con nosotros en el transcurso del día. Nunca lo hizo. Esperamos y esperamos y nunca cumplió su palabra. Igualito que usted señor Sánchez Torres. Igualito que usted señor Cruz.

El martes 3 de junio, a las 19.41 de la noche recibí una llamada. Una voz femenina me indicaba que las autoridades de la delegación me citaban a una reunión para el jueves 5 a las 10 de la mañana en el café Tlalpan, que estarían ahí el señor Juan Manuel López, el señor Guillermo Tinoco y un representante de la Oficialía Mayor del Gobierno del DF. Yo pregunté el motivo y la dama me indicó “Es que ustedes se presentaron el lunes en la oficina del delegado a decir que no se les está atendiendo adecuadamente y queremos aclarar esto”. Yo le indiqué que yo nunca había ido a eso a la oficina de usted señor Sánchez y que me gustaría saber quien dijo eso “Un asesor de la oficina del delegado”, me respondió. Yo le indiqué que yo no sabía si iba a asistir a la reunión que citaban, pero que si iba me gustaría que me dieran el nombre de quien estaba mintiendo, y repetí mi petición QUEREMOS UNA CITA CON EL SEÑOR DELEGADO, TENEMOS 23 DÍAS ESPERÁNDOLO.

Señor Sánchez Torres, asistí a su oficina después de 22 días de la tragedia porque quiero una cita para exigirle ser tratados como ciudadanos, para ser tratados como mexicanos, para que se respeten las leyes de esta ciudad, para que su gobierno dé la cara por sus errores, para terminar con la impunidad de la que usted goza.

Queremos una cita en donde esté el responsable del Festival y lleguemos a acuerdos claros para la atención clínica integral de nuestros familiares, para el pago de los honorarios de los doctores que los atienden, para garantizar un acuerdo institucional en donde participen de testigos o mediadores la instituciones creadas para este tipo de eventos.

A eso fui a buscarlo, a eso fuimos a buscarlo. Usted nuevamente no apareció, nos atendió el secretario del secretario, y nuevamente fuimos víctimas de las burlas de su gobierno.

Curiosa forma de gobernar la suya. Usted no atiende cuando los ciudadanos lo buscan, usted minimiza las irresponsabilidades de su gobierno, usted no atiende a quienes le pagan sus salarios, sus comidas, sus celulares, sus colaboradores. Usted no nos atiende cuando lo solicitamos, y 23 días después nos citan sus colaboradores para sentarnos en la silla de los acusados para que les demos cuentas de “por qué fuimos a acusarlos”.

Seguramente usted no lo sabe señor Sánchez, pero seguramente usted señor Cruz si lo sabe, esa es la forma de gobierno monárquico, en donde un rey, un iluminado por dios, no atiende a sus vasallos, y los vasallos tienen que asistir cuando los llama el virrey o el encomendero. Esa es su forma de gobierno señor Sánchez y señor Cruz. El desprecio por el populacho, por las víctimas que sufren sus formas de gobernar, sus irresponsabilidades.

Por cierto, leí en su página de Internet que organizaron un evento sobre el futuro de PEMEX. Seguramente se pronunciarán por la consulta a la sociedad propuesta por el señor Marcelo Ebrard. ¿Tendrán ustedes cara, señores Sánchez y Cruz, de llamar a una consulta pública cuando se niegan a recibir a las víctimas y familiares de su gobierno delegacional? ¿Tienen ustedes cara para acusar al gobierno panista de autoritario cuando se niegan a atender durante más de 25 días la solicitud de audiencia para que las víctimas del 11 de mayo sean tratados dentro del marco de las leyes de esta ciudad y este país?. Sinceramente, no tienen vergüenza.

Ustedes dos saben perfectamente que los acontecimientos del 11 de mayo fueron una verdadera tragedia para muchas familias. Ustedes saben perfectamente que no fueron solamente los fuertes vientos que tiraron las carpas. Atrás hay negligencia, despreocupación e impunidad en la forma de ejercer el gobierno. ¿Acaso los fuertes vientos son los responsables de que no hubiera una sola ambulancia en el lugar de los hechos? ¿Son los fuertes vientos los responsables de que ahí estuvieran ensangrentadas y abandonadas a su suerte durante una hora varias mujeres y hombres? ¿Nos argumentarán ustedes que por los fuertes vientos no había póliza de responsabilidad civil y por eso la adquirieron hasta el lunes 12, un día después de la tragedia?

Su gobierno violó las leyes. Violaron la ley de Espectáculos Públicos, la ley de Protección Civil y la de Atención a las y los jóvenes. Ustedes lo saben muy bien, por eso no dan la cara, por eso se esconden, por eso no rinden cuentas públicamente.

En cambio, esa misma noche emitieron boletines de prensa que aparecieron en las páginas de Internet minimizando la tragedia y mintiendo cuando aseguraron que “las autoridades atendieron rápidamente a los heridos” y que ninguno de ellos era de gravedad.

¿No es de gravedad que a una madre de familia los golpes de las vigas de metal le causaran una hemorragia cerebral? ¿No es de gravedad que a su esposo se le hayan lastimado las cervicales? ¿Entonces qué son para ustedes las situaciones de gravedad?

La tragedia que vivieron los asistentes al concierto en el deportivo Vivanco pudo haber tomado la puerta de un gobierno responsable y democrático, pero ustedes decidieron la del gobierno despótico que minimiza los daños, engaña a las víctimas y ningunea.

Y siguen actuando en ese camino cuando a Rosario Montero se le niegan los servicios médicos adecuados y se le amenaza con que el monto financiero de la póliza se está acabando y se le quiere presionar para que cambié de médicos y hospital y se le niegan los estudios que los especialistas le piden.

Se sigue mintiendo cuando su gobierno informa a la Comisión de Derechos Humanos del DF que todas las víctimas están atendidas con la póliza de seguro y hay personas a las que no se les ha incluido ahí. Por si se preguntan como sabemos esta información, entérense ustedes que ahí, en su gobierno hay personas honestas que están con nuestra tragedia y nos dijeron de la circular interna que se giró el martes 3 de junio entre los funcionarios informando esta mentira.

También hay trabajadores que nos informaron que el día de la tragedia usted señor Cruz le decía a todo el que le quería escuchar que “Ahora sí le iban a cortar la cabeza, que le quitarían el puesto”. Ya ve que no lo corrieron, usted sigue ahí, ganando sus quincenas, malabareando con el discurso de las culturas en resistencia. Esa noche a usted no le preocuparon las personas que se encontraban al borde de la muerte ni aquellas que estaban en la sala de operaciones por su descuido y su negligencia, a usted le preocupaba solamente que no le cortaran su quincena. Ya la libró entonces.

Mariana tiene 16 años, es narradora de historias y cuentos, canta y escribe historias. Estudia en el CCH Sur de nuestra Universidad Nacional Autónoma de México. A inicios del mes de abril, una pandilla de porros llegó al CCH y golpeó a decenas de estudiantes, los cuales se organizaron y les enfrentaron, obligaron a las autoridades a dialogar y a destituir a uno de los funcionarios que sostienen a los porros en esa escuela. Ahí Mariana aprendió que si dialoga con sus amigos, que si es solidaria, que si existe camaradería entre ellos, pueden enfrentar a las autoridades despóticas. Aprendió pues, eso de la Resistencia.
El director del CCH no se autodefine de izquierda ni dice que su CCH es el CCH de la Esperanza, los estudiantes dicen que es de derecha. Bueno, el chiste es que él tuvo que salir a dialogar con los estudiantes.

Ustedes que se dicen de izquierda, se ocultan y violan la ley. Se niegan al dialogo con las víctimas de su forma de ejercer el gobierno. Ustedes no hicieron lo que el director acusado de sostener a los porros hizo: salir a dialogar. Pero sí lograron lo que no hicieron los porros: partirle la cara a Mariana.

La tarde del lunes 12 de mayo era gris, lluviosa, Mariana estaba en su cama del Hospital Médica Sur recién operada del maxilar superior. Llevaba horas en silencio. De repente con esfuerzo y con una voz bajita, me dijo “Voy a escribir una historia que se llamará ELLA SOLO QUERÍA BAILAR… Y SE LA LLEVARON AL BAILE”. Todos guardamos silencio, un nudo se anidó en nuestras gargantas.

Sé que ustedes se niegan a dar la cara por sus atropellos. Sé que es posible que nunca nos reciban. Sé que es posible que ninguna institución logre que comparezcan para explicar tanta injusticia. Su partido los puede proteger por eso y por más. Pero hay un lugar de donde no escaparán: cuando ven a su hija (si es que la tienen) y la miren a los ojos y recuerden a Mariana con la boca destroza por su negligencia, y recuerden a la bailarina y maestra de yoga derribada en el suelo por el golpe de la viga de metal y sin auxilio. Cuando miren a los ojos a su esposa (si es que la tienen) y recuerden a Rosario con sus golpes que le causaron hemorragia cerebral y atendida por la desesperación de su pequeña hija de diez años. Los reto a que miren a los ojos a sus hijas, a sus esposas y a sus madres y les cuenten lo que les sucedió a Mariana, a Eliza, a Adriana, a Rosaura, a Mónica, a Rodrigo, a Ulises y a Pablo, y díganles que ustedes nos han negado audiencia para hablar sobre su rehabilitación integral.

Sé perfectamente que para ustedes las emociones no existen, no existe la solidaridad, ni el humanismo. Para ustedes las culturas en resistencia son solo un discurso que les deja dinero, reflectores y oportunidades de viajar, puestos en su gobierno y en su partido.

Dicen los pueblos originarios del sureste mexicano que la solución a esta tragedia de despotismo y malos gobiernos no está mirando hacia arriba, sino mirando hacia abajo. La tragedia del 11 de mayo nos lo muestra perfectamente. Ustedes allá arriba ni nos toman en cuenta.

Yo fui a buscarlos el lunes 2 de junio, no para quejarme de malos tratos. Estoy claro que quienes me atienden solamente reciben instrucciones de usted señor Sánchez, ellos son solamente empleados y juegan su papel. Yo estoy hoy en esta reunión en el salón Ajusco no para pedirles se apiaden de nosotros. No mendigamos compasión. Yo fui a buscarlos ese lunes porque es mi derecho constitucional, porque es su obligación atendernos, porque exijo que asuman tanto sus responsabilidades de gobierno así como sus responsabilidades personales.

Estoy aquí, presentando esta carta para ustedes para exigir que se cubra a cabalidad la atención médica a las víctimas de su negligencia, quiero para mi hija y para quien así también lo pida, atención a los traumas físicos causados por la tragedia y atención médica emocional. Exijo también garantías para todas las víctimas de que serán atendidas hasta que sanen plenamente, que se cubran todos los gastos por parte de ustedes que son los responsables. Exijo también justicia, que se castigue a los responsables de la tragedia, a quienes violaron las leyes. No se puede ir por el mundo dejando heridos, evadiendo responsabilidades y jugando con la vida de las personas y burlando a la ley.

Eso es lo que hoy les digo.

Muy probablemente Mariana no vea justicia en su caso, pero chance y sus hijos o sus nietos la vean. Así como mi padre no logró ver como se desmoronaba el PRI y se iba del gobierno, chance mi hija no vea como se desmorona la clase política que hoy deteriora la vida de nuestro país, pero chance ese final lo vean sus hijos o sus nietos, No se crean invencibles, un día los llamarán a cuentas, ya verán que sí.

Como dicen que dicen los que dicen, “Aquí estamos, estos somos, no nos vamos”.

Jueves 5 de junio del 2008. Tlalpan, Distrito Federal


Cuauhtémoc Rivera Godínez. Cel 044 55 54 15 89 13
mail: imaginahistorias@yahoo.com.mx


P.D. Cuentan los viejo, los más viejos entre los viejos, que en una ocasión unos indios desarrapados fueron a pedir audiencia con el Virrey y el Encomendero. Por respuesta solamente obtuvieron el desprecio y las burlas. Uno de ellos se acercó a su abuelo, allá por la pirámide de Cuicuilco y le platicó su pesar. El abuelo lo escuchó silencito, y aluego le dijo al muchacho “Mi tata me contó que hace muchos años el último jefe guerrero de nuestros pueblos de Tenochtitlan, cuando lo detuvieron los invasores, allá por el barrio de Tepehuaca, nos dejó su palabra, y nos dejó dicho a todos que nuestro sol se ocultó. Nuestro sol se perdió de vista y en completa oscuridad, nos ha dejado. Nos ha dejado, pero sabemos que otra vez volverá, que otra vez saldrá y nuevamente nos alumbrará. Ahora nos toca resistir, resistir con bravura, corazón y coraje.” Entonces mihijo, hay que esperar, hay que resistir, un día nos la van a pagar esos cabrones.”

P.D. Dos

Desde el día de la tragedia, Mariana no puede dormir tranquilamente. A veces son los dolores físicos los que la mantienen despierta, a veces son los miedos de haber sido arañada por la muerte, a veces son las imagines vividas que se recurren como fantasmas en su mente. A muchas de las víctimas les pasa lo mismo. Yo me pregunto si ustedes, señores Sánchez y Cruz, pueden dormir tranquilamente desde el 11 de mayo. Espero que quienes lean esta carta en la sociedad capitalina, me escriban sus respuestas.



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