Páginas

::::

miércoles, abril 16, 2008

Farándula petrolera

Froylán M. López Narváez
16 Abr. 08
Reforma

Bajo el apunte de "100 opiniones de la farándula", un grupo amplio de ciudadanos, distinguidos unos, distinguibles los más, publicó un breve y sensato desplegado para hacer saber su criterio, postura y decisión en torno al debatible y enojoso asunto de la reforma de Pemex. Aptos para el pensamiento y las artes, teatreros importantes, dramaturgos mayores, cineastas apreciados y de obra valiosa, principales de la danza, escritores reconocidos, empresarios de las artes, señoras y señores, muchas mujeres, describen justamente las malandanzas económicas mexicanas. Con certidumbre verificable y compartida, empiezan por advertir que "En los 25 años recientes -sí un cuarto de siglo ya, nada menos- se ha abandonado al campo y se ha desamparado la industria. Se han vendido los bancos, las carreteras, las comunicaciones, los ferrocarriles, los hospitales, las minas, los puertos, los aeropuertos y los medios de comunicación, sin beneficio para los mexicanos". Con esto último habrán de decir que destacadamente han lucrado exorbitantemente algunos mexicanos identificados por Forbes como los más ricos del mundo, en un país con abundante miseria y creciente empobrecimiento.

También ellos creen que se quiere privatizar el petróleo, a pesar de las reiteradas y comprometidas afirmaciones y confirmaciones del gobierno legalizado de FCH. Que no es ése su propósito, que el petróleo es de todos los mexicanos. En las enmiendas que se proponen en la sigilosa iniciativa federal, a la postre enviada por un irreconocido gobierno por millones de ciudadanos, se contradicen.

Sí, no quieren, ni pueden, vender Pemex y sus haberes, sus yacimientos, y el presunto tesoro alojado profundamente en zonas inexploradas, de supuesta abundancia. Lo que buscan, dicen los faranduleros, es compartir rentas, ganancias, con empresas y negociantes extranjeros y mexicanos. No quieren propiedades sino lucros.

También, a pesar de que los partidos "litigosos" han declarado que están dispuestos (muchas gracias) a oír, a facilitar la participación de una gama muy variada de mexicanos, científicos, intelectuales, universitarios, politécnicos, personal de Pemex de variado trabajo y cargo, "especialistas" en el asunto, las personas faranduleras declaran que es falsa esta propuesta, y que no les convidan pues no son expertos y por lo tanto no quieren que opinen. Esto no es del todo cierto pues la convocatoria, ambigua y confusa, les habría de incluir. Y, por lo leído y sabido, ya están opinando, si bien no en los foros legislativos que ahora dicen abrirse a los ciudadanos.

Reconocen, como todo el mundo, que es menester reformar a la gran empresa, de la cual han vivido gobiernos, sindicatos rapaces y negociantes privados y la hacienda pública. Sostienen que Hacienda ha descapitalizado al emporio, aunque apuntan que ha sido el priato el que pervirtió y enajenó a la petrolera y gasera; ya ha de incluirse al gobierno foxiano admitido y al felipato incipiente, negado por núcleos grandes de ciudadanos.

Es verificable la imputación de que el sindicalismo petrolero es corrupto e impune. En esto poco ha de esperarse, ya que Calderón, desde su campaña, se ha asociado parcialmente con el STPRM, con el Congreso del Trabajo y con el sindicato magisterial, amparo de su búsqueda de fuerzas y dineros grandes para mantenerse. Nadie entiende cómo puede haber cambio, conversión, de la industria energética y de la educación nacionales, apareándose con líderes tipificados públicamente como corruptos, millonarios, enquistados en los mandos en sus agrupaciones sometidas y envilecidas.

Denuncian igualmente la triquiñuela de hacer cambios regulatorios en la contratación, subterfugio para que se incrusten negociantes de México y de otras áreas mundanales. Dicen que le entran a esta lucha y porque "éste es un asunto que nos involucra a todos porque afecta a nuestro patrimonio común".

Por el allanamiento y ocupación rebelde, inconforme de los "palacios" legislativos, las Cámaras diputadiles y senatoriles, se ratifica la creencia de que el perredismo no tiene ahora mejor cosa que hacer -salvo anular sus elecciones- que este combate que ha resultado unificador. Tiene mucha importancia que Cuauhtémoc Cárdenas y sus seguidores han condenado rotundamente la promoción oficializada de FCH. No menos que el abrazo de "acatiémplan" entre AMLO y Carlos Navarrete. En el fondo, efectivamente, se trata de un atraco entreguista, neoliberal, engatusador.

Ayer temprano estaba incierta la reapertura de los recintos legislativos federales, el reinicio de tareas y protocolos de los legisladores, el permiso para que Calderón fuese a hacer grilla y negocios en el extranjero. Y si se aceptaba o no la propuesta de formato y tiempos de debates sobre Pemex, sus leyes y destino.

Por lo demás, los debates son ocasión para disputar, discutir y contender, para controvertir. No para convenir, arreglar o negociar. Menos, si ya hay transas del llamado priato en arreglos someros pero detectables y repudiados.

A nadie convendrá que los debates sean faramallas o trampas, de quienes fueren, habría que establecer, además de disputas y controversias, formas y hechos fehacientes para que no se consume el entreguismo atracador, y sí renovación y limpia de Pemex.

Correo electrónico: froymln@prodigy.net.mx

No hay comentarios.:

radioamloTV