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viernes, marzo 28, 2008

Opinión - Juan Carlos Gomez Partida

Agora

El jefe Juan


Emilio González, Fernando Guzmán, Juan Manuel Hernández y el cardenal Juan Sandoval, en un juego amistoso de golf Foto: TOMADA DE WWW.ELRESPETABLE.COM

JUAN CARLOS G. PARTIDA

La jugada de Emilio El Católico para eludir la responsabilidad política a que debería hacerse acreedor es tan burda como la justificación para regalarle 90 millones de pesos a la Arquidiócesis de Guadalajara y su faraónico proyecto del santuario cristero. Como el dinero fue entregado a la Fundación Pro Construcción del Santuario de los Mártires AC, quien tiene a cargo de sus finanzas a Juan Manuel Hernández Méndez, el mismo que recibió el primer cheque sacado de la bolsa pública por 30 millones a principios de semana, entonces la Arquidiócesis ya comenzó a pregonar que no hay violación constitucional porque el regalazo que sacó del bolsillo de todos los jaliscienses se hizo a una AC y no a la Arquidiócesis. ¿Y su nieve de qué sabor?

En la edición electrónica de elrespetable.com aparece un par de fotografías, una de la cual retomamos para esta columna con permiso de su editor. En ella se podrá apreciar como El Yunque forja a golpe de driver sus amistades y sus millonarios intercambios con dinero del pueblo, donde la fe es mero pretexto, en una amena reunión el año pasado en el campo de golf del Club Atlas, donde Emilio El Católico, Fernando Guzmán, el cardenal y su compísima millonario Juan Manuel Hernández, seguramente hablaron de cómo le iban a hacer para que los cristeros tuvieran un lugar digno para su veneración.

Hoy es el cumpleaños 75 de San Juandoval Iñiguez. La hora de su retiro, por lo menos oficial, está a la vista, aunque son muchos los que no se hacen ilusiones, pues al Vaticano poco le convendría que uno de sus más avezados gestores de la anulación fáctica e ilegal de la separación Iglesia-Estado en México saliera de la jugada. “Yo me siento bien”, dice (¿amenaza?) el purpurado. Y cómo no. Sus rutinas golfísticas (hablo de golf) con los gobernantes panistas, con los empresarios de golpe en pecho y cartera oculta y, últimamente hasta sus estrechas relaciones con los “líderes” de la CTM, la CROC o la CROM Jalisco, quienes en lugar de defender al trabajador van a aplaudir macrolimosnas en una de las aberraciones más increíbles en un tema ya por sí mismo aberrante, dan para que se sienta bien, casi como de seguro espera sentirse en el paraíso por él pregonado.

Su premio de retiro ya está en la cocina y de seguro el prelado agradecería aún más a todos sus súbditos, digo a todos los fieles, si tuviera la oportunidad de dictar misa desde el púlpito del santuario cristero, un lujo casi del tamaño de las joyas con las que Sandoval se suele engalanar cuando ofrece sus oficios católicos.

El diablo

Y mientras continúan las obras fastuosas de la fe que deberían pagar íntegras quienes así lo deseen y no quienes forzosamente son obligados a hacerlo, el verdadero legado cultural jalisciense se pudre en el abandono de este gobierno confesional. La nota que hoy publica nuestra compañera Cecilia Durán en la sección de Cultura es contundente. El satánico, hereje y comunista José Clemente Orozco tiene su merecido porque eso de exaltar figuras como las de Benito Juárez no tiene perdón de Dios ni de los cristeros, que qué bueno que ya no están en acción, porque si no, ya vería la descuartizada que le daban.

Qué importa que muchos en el mundo ubiquen en el mapa a México tan sólo por el legado de Orozco, que sus murales tengan el sello de la fuerza terrenal del Jalisco viril y liberal, artístico en toda la extensión de la pincelada. Eso es lo de menos. El zapotlense estaba lleno de desviaciones ideológicas producto del averno que, a juicio y golpe yunqueto, valen para olvidar que uno de sus murales se ensalitra por el descuido en que ha caído desde la llegada del PAN al gobierno local.

Este año José Clemente Orozco cumple, en noviembre, 125 desde su natalicio. El olvido panista, que se extiende hasta el caso de la papelería oficial –aunque tardío lo metieron como el año de Orozco, pero compartido con uno de los santones blanquiazules– detalla una vez más el fanatismo cada día más evidente de quienes militan en un partido que quiere borrar la historia a punta de plumazos. En tanto, la sociedad (t)apatía nomás se cruza de brazos. Tal vez ahí está la respuesta a tanto abuso.

Puerto Vallarta

Mientras Emilio González presumía el miércoles en Puerto Vallarta que ese lugar es el destino turístico número uno de México, tal vez basado en las mismas encuestas que dice realizó para determinar que su producción ejecutiva telenovelera atrae visitantes a granel al estado o que todos dijimos que queríamos el templo más grande del planeta para honrar a los cristeros, un par de horas más tarde en la avenida principal vallartense y frente a las instalaciones de la Administración Portuaria Integral, un joven turista estadunidense de 21 años de edad fue muerto a tiros con un arma de fuego calibre .38 cuando transitaba en compañía de su madre y trataron de asaltarlos.

El avance del 80 por ciento en el Centro de Convenciones de Puerto Vallarta que fue a pregonar ahí, tampoco estuvo a la altura de sus palabras. Aunque se espera que antes de que termine el año esté funcionando, es hora que todavía no se encuentra lista la licitación para encontrar a la empresa que se encargue de operar ese inmueble, luego que Expo Guadalajara se negó a participar como operador directo para repetir su éxito tapatío. Para paliar ansiedades, el gobernador dijo que vendrá una empresa de clase mundial a hacerse cargo de convertir al lugar en un punto “saturado” ante el enorme interés que generará a los empresarios de todo el globo terráqueo por venir a hacer negocios a Jalisco, así Nuevo Vallarta esté ganando la partida en recepción turística como muestran los números nayaritas luego de las inversiones hoteleras e inmobiliarias en las que el propio González Márquez cayó seducido al comprarse su casita de interés social junto a las aguas del vecino estado.

Algo de historia reciente que nos recuerda nuestra amiga Mónica Pérez Taylor señala que en la pasada administración quien entonces no era exexFRA “invirtió” 100 millones de pesos al proyecto que además tenía serios problemas por estar asentado junto al estero del Salado. Como buenos constructores que son los panistas, ese dinero no tuvo una inversión fructífera porque de inmediato comenzaron a salir los daños estructurales en la cimentación. Pero como Jalisco es (pa) Uno, llegó al rescate el nuevo usufructuario de Casa Jalisco a tapar lo que su padrino político le legó.

En fin, nos vamos con mal sabor de boca al descanso de fin de semana y a mis cinco amables lectores les deseo que el lunes próximo estén listos para el siguiente embate de la realidad retrógrada jalisciense.

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::

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