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viernes, febrero 22, 2008

Opinión - Roberto Castelan

Humanos

Publico


Si ya tenemos derechos, quién sabe para qué nos sirven los humanos.

Todo lo hacen con la intención de dañar la misión del gobierno católico de Jalisco y la del no menos piadoso general Mambrú, quien tan atinadamente dirige las acciones del ejército como una forma más útil y práctica de gobierno.

Nuestro ayatolá local y exitoso organizador de marchas a favor de la vida lo ha repetido hasta el cansancio: “los derechos humanos sólo sirven para proteger a los delincuentes”.

Pero los eternos detractores no entienden. Necios como son y en su afán por desprestigiar a nuestras virtuosas instituciones locales y nacionales, se pasan la vida diciendo que en Jalisco y en México no se respetan los derechos humanos.

Y como en todo el mundo hay gente igual a ellos que les hacen caso, ahí tienen ahora a una bola de organizaciones dizque internacionales cuyos representantes hasta se animan a venir a México a decirnos cómo debemos hacer las cosas.

Empezando por esa comisionada de la ONU quien vino a decirle a una periodista que anda metiendo sus narices en las redes de pederastia que mejor se vaya del país. Si la ONU tiene asuntos más importantes como Kosovo, Kenia o Pakistán, cual es el objetivo de venir a meterse con las democráticas decisiones de nuestra incorruptible Suprema Corte, que lo único que hizo y con razón, fue defender a un gobernador precioso para que pueda seguir sin temor, con su negocio de fiestas infantiles.

Y luego la organización tapatía que recibe dinero del extranjero para proteger a una asistente a las fiestas infantiles locales que con tanto éxito organiza la procuraduría para el solaz esparcimiento de sus funcionarios.

Que porque en esas fiestas se practica la tortura aplicando la técnica del “submarino”, la cual consiste en sumergir a la víctima en el agua hasta que confiese. Como si eso fuera un delito. Ignoran que hasta el presidente de Estados Unidos la promueve entre sus tropas.

O esos ociosos autonombrados reporteros sin fronteras que sin animarse a venir a México a corroborar su dicho, andan diciendo que nuestro país tiene el mayor número de periodistas asesinados.

Pero es normal que los maten. Con tantas cosas bonitas que hay para escribir y tantas cosas buenas que hacen nuestros gobernantes, a ellos lo único que se les ocurre es andar criticando y buscándole lo feo a todo. Ahí están las consecuencias.

Por fortuna, a pesar de las envidias que generan en el extranjero, nuestros gobiernos funcionan.

rcastela@cencar.udg.mx

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::

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