Páginas

::::

viernes, febrero 22, 2008

Opinión - Myriam Vidriales

Los buches de Gutiérrez Treviño

Publico

Con un buche de agua ahí de seguro nadie se envenena”. La indecente declaración de Javier Gutiérrez Treviño, quien se refería al agua del río Santiago, esa por la que murió envenenado el niño Miguel Ángel López Rocha, no tiene desperdicio. Gutiérrez Treviño es el vocero de los industriales jaliscienses. Es un líder. Un hombre con poder que se codea con el gobernador, con el cardenal, con todos los empresarios importantes. Un hombre con poder que se ufana de que “pronto habrá sorpresas” en un caso que conmociona a la opinión pública, pero que no tiene el valor de decir con todas sus letras lo que le “compartió” el gobernador. A saber: que la nueva versión será que al niño lo asesinaron a golpes.

La historia de verborrea de machín rimbombante del señor Gutiérrez Treviño es larga. Cuando el gobierno estatal quiso aplicar el placazo a los ciudadanos de Jalisco, fue el que dijo: “En realidad es una miseria lo que nos va a costar eso [el placazo]: 1,200 pesos a los que tenemos un automóvil por tres años [sic]. Los que tienen un automóvil, en cualquier esquina, dan un peso a una persona que llega y les toca el cristal”.

Como se puede ver, el señor Gutiérrez Treviño es pues, una gente bien de cabo a rabo. Alguien que a unas horas de su bravuconada ante los micrófonos, declaró al diario Mural, uno de los muchos medios que le ofreció acompañarlo o llevarle su buche: “Yo no me voy a prestar a ese tipo de payasadas, cómo creen que yo voy a estar haciendo esas payasadas, yo soy un hombre serio y lo que dije fue hipotéticamente como muchas cosas las digo”. Dicho de otro modo, el señor sólo es un payaso hipotético, no real.

¿Por qué dedicar estas escasas líneas a las estupideces que escupe un líder industrial? Porque es esta gente la que todos los días negocia, cabildea e intercambia decisiones que afectan nuestras vidas con los políticos de quinta que nos gobiernan. No es un eufemismo. No es un rollo. Es real. Real como el cadáver de un niño muerto. Tan real como la peste del río Santiago. Real como los excrementos con la que se riegan las hortalizas que nos comemos. Tan real como el agua envenenada que el señor Gutiérrez Treviño asegura no contiene arsénico.

Empresarios y políticos están acostumbrados a montar la realidad como les da la gana. Los hemos dejado hacerlo durante años. Callados, hemos tolerado sus mentiras impúdicas, sus declaraciones soeces, su torcida visión de la realidad. No sólo eso, todos aquellos que cada proceso electoral se ponen su playerita de “ciudadanos responsables” y votan sin reflexionar, sin tomar en cuenta quién come con quién y qué mierda comparten. En efecto y como dijo el gobernador Emilio, tienen responsabilidad en lo que pasa.

Agua pasada, niño ahogado… como quiera verse, arrepentirse no sirve. Pero acordarse, indignarse cada vez, sí. Con eso bastaría, para empezar.

mvidriales@gmail.com, mvidriales@puntog.com.mx

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2008::

No hay comentarios.:

radioamloTV