Páginas

::::

domingo, noviembre 25, 2007

Opinión - Jorge Gomez Naredo

Felipe Calderón en la FIL

Elementos del Estado Mayor Presidencial desalojan a una mujer que increpó ayer a Felipe Calderón durante la ceremonia de apertura de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara Foto: JUAN CARLOS G. PARTIDA

Felipe Calderón, ayer, inauguró la Feria Internacional del Libro (FIL) en la ciudad de Guadalajara. Y ayer, también, se le volvió a recordar que no es presidente legítimo de México, que llegó al Ejecutivo federal a través de un fraude electoral y que, aunque Jalisco sea conceptuado como un estado conservador y panista, hay oposición hacia su persona, hacia lo que representa: la usurpación.

La entrada a la Expo Guadalajara era restringida. Al salón donde sería inaugurada la Feria se accedía solamente a través de invitación personal. Había vallas afuera y adentro, policías afuera y adentro, miembros del Estado Mayor Presidencial (EMP) afuera y adentro: un búnker, pues. Las puertas se cerraron antes de las once de la mañana y los que entraron, entraron y los que no, a esperar: aunque se tuviera gafete o invitación. La explanada estaba también cercada. Atrás de las vallas, una treintena de manifestantes mostraba cartulinas donde se podían leer “espurio”, “pelele”, “Fecal” y otros calificativos más, todos dirigidos a quien hoy se ostenta como presidente de México. Parecía que no habría sobresaltos ni ningún incidente y que el operativo para “cuidar” al Presidente sería todo un éxito. Pero no fue así.

Pasadas las once de la mañana, Felipe Calderón hizo su arribo a la Expo Guadalajara fuertemente custodiado. Atrás de la valla que se había puesto para que nadie accediera al salón donde sería la inauguración de la FIL, varios gritos se comenzaron a escuchar. Calderón caminaba mientras los “espurio” y “pelele” arreciaban. Varias voces, especialmente de mujeres, no se acallaban. Pasó Calderón rápido, huidizo, sin voltear y continuaron los “espurios” y “peleles” en varias gargantas. Calderón entró. Todos saludaron, los que pudieron, pues el Estado Mayor Presidencial los resguardaba. Adentro parecía que todo estaría a salvo y que las consignas en contra no se oirían. Los perredistas que asistieron al evento (la elite del PRD estatal) estaban bien portaditos, muy educados. Sí, una izquierda moderna y moderada, digna del México del siglo XXI, del México del PAN. Ahí estaba Gabino Berumen, presidente del partido del sol azteca en Jalisco; Enrique Alfaro Ramírez y Carlos Orozco Santillán, ambos diputados locales. Todos muy bien portados. No fueran a decirles revoltosos o renegados: ¡qué horror!

Hubo saludos adentro de la sala y también hubo silencio, sí, todo en silencio, un pequeño murmullo a lo mucho. Y cuando estaba por sentarse Calderón, una joven llamada Edén Covarrubias se levantó y gritó “Eres un presidente espurio, Felipe”; trató de explicar que Calderón no era presidente de México, que hizo fraude para llegar al Ejecutivo federal; quería que lo supieran todos, especialmente quienes venían de Colombia, país invitado a la FIL. Llegaron elementos del EMP y la joven fue retirada.

Ha pasado más de un año de las elecciones presidenciales de julio de 2006, más de once meses de la controvertida toma de posesión de Felipe Calderón como presidente de México y la inconformidad continúa. No solamente en la ciudad de México, que podría considerarse un bastión lopezobradorista, sino también en otros estados de la república: la resistencia persiste y Calderón no puede dejar atrás el fantasma de la ilegitimidad. A dondequiera que vaya lo acompañan vallas, cercos, patrullas y cientos de elementos del EMP para que no oiga, para que no vea, para que no sienta el repudio popular y, aún así, lo escucha, lo observa, lo experimenta.

También persiste la división social, pero no entre quienes apoyan a Felipe Calderón y quienes lo repudian, sino entre quienes creen y siguen a Andrés Manuel López Obrador y quienes lo detestan. Una división social que impide tener un país armónico, aunque en la televisión miles de espots digan que México está unido. ¡Falacia! No puede existir unidad cuando quien dirige las riendas de la nación es repudiado por amplios sectores de la sociedad y no consigue salir a la calle libremente porque, siempre, hay alguien que le recuerde que es “espurio”, “ilegítimo” y “pelele”.

Afuera de la Expo Guadalajara los manifestantes continuaban gritando: “Es un honor estar con Obrador”; decenas de expositores y periodistas (nacionales y extranjeros) se hacían de palabras con miembros del EMP: no podían ingresar, pues había que esperar que el “democrático” (y defensor de la libertad de expresión) Presidente de México abandonara la FIL para que la gente pudiera ingresar. ¡Vaya manera de demostrar que vivimos en un estado de derecho donde hay libertades de tránsito y de decir lo que se quiera y piense! Afuera, también, una persona cuestionaban a otra: “¿habrá visto Felipe Calderón el documental de Luis Mandoki, Fraude: México 2006?”, a lo cual alguien respondió: “pues claro, por eso tiene tanto miedo hoy”.

::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Peje en 2007::

No hay comentarios.:

radioamloTV