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miércoles, noviembre 07, 2007

De injusticia y leyes en el caso Tabasco

Jorge Gómez Naredo

El domingo 4 de noviembre Felipe Calderón estaba en Tabasco: fotos, fotos y más fotos. Había que obtener el mayor número de imágenes para que el chaparrito y peloncito apareciera en la televisión y para que las planas de los diarios se llenaran de ellas con el presidente otorgando cajas llenas de víveres, con el presidente saludando, con el presidente junto a la gente, un presidente que no es presidente, que no ganó y que hace eso (es decir, tomarse muchas, demasiadas fotos con sonrisas hipócritas y cínicas) para que la gente entienda que él es el presidente, aunque no lo sea, aunque buena parte de la población mexicana lo reconozca, sí, pero como espurio, como ilegítimo, como un ladrón.

El caso es que estaba en Tabasco Calderón y ahí dijo: “que [la catástrofe] nos una verdaderamente en la idea de reconstruir Tabasco, de proteger y de salvar vidas, que no sea, precisamente, un motivo de división y de encono, que no haya propósitos de usufructo político, que no se comercie políticamente con la tragedia que está viviendo el Estado de Tabasco”. Esta declaración es, de facto, el juicio y la resolución hacia la negligencia e ineficacia de los gobiernos anteriores y del gobierno ahora en funciones. Se continúa con la impunidad, porque aunque todo pasó, nadie es culpable. Esto es verdaderamente aberrante. Además, menciona que no se debe “politizar” la circunstancia del desastre. Una tragedia que se puedo evitar por el gobierno, por las autoridades, por los actores políticos, ¿acaso es posible no politizar?, ¿no buscar culpables políticos?, ¿no organizarse y hacer política?


*El malecón de Villahermosa antes y después de las inundaciones.

La ley no se aplica a quienes fueron los culpables de la catástrofe al no tomar las precauciones necesarias, al no construir las obras adecuadas para evitar las inundaciones. Calderón dice: “no hay banderas”, “no se politice”, “ahora veamos al futuro, no al pasado”. Sin embargo, no duda en argumentar (esto el 6 de noviembre): “Reitero que la ley se aplicará con rigor y que seremos implacables con aquellos que aprovechen estas dolorosas circunstancias para delinquir”. ¿Qué quiere decir esto? Que se castigará a los que hagan pillaje, a los que se metan a una casa y saquen algunas cosas, pero a quienes tuvieron la culpa de la catástrofe por ineficientes e ineficaces, ésos están libres y jamás serán castigados, como tampoco serán castigados quienes se aprovecharán de los dineros que la comunidad internacional done. Es decir, castigo a los pobres, impunidad a los ricos, aunque los delitos que comenten los que no tendrán castigo sean peores de los cometidos por los pobres, por los que realizan pillaje.

La injusticia, no cabe duda, se vislumbra claramente en la aplicación de la ley de estos señores que se dicen partidarios del respeto al “estado de derecho”

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