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jueves, septiembre 13, 2007

Emancipación histórica

  • Cuarta República
  • Germán Robles
  • 13 de septiembre de 2007


  • Emancipación histórica.

"...este triunfo legislativo pudiera considerarse, incluso, como la derrota más importante del último reducto del régimen dictatorial, la teledictadura de Televisa y comparsas, subproducto del antiguo régimen autoritario; es decir, una relevancia ubicada tan sólo después de la derrota del régimen del partido-estado del PRI en el año 2000."


Revés al régimen de la teledictadura, ya no más IFE a modo, fin de los spots.

El rescate del poder público, el estado gana y define el futuro de la democracia

El día 12 de septiembre quedará grabado en la historia de México como la fecha en que un poder público como el Senado de la república tuvo la visión y la fuerza para imponer –por encima de la presión de los poderes fácticos- un reclamo ciudadano fundamental para la vida democrática: las reformas en materia electoral donde sea la política y los ciudadanos, -y no el poder del dinero, la influencia de los medios- los que determinen los cargos públicos y la relación entre gobernantes y gobernados. Condición sine quan non los ciudadanos pueden votar libre y equitativamente.

La aprobación de la reforma electoral en lo general, como producto del contundente voto a favor de 110 senadores contra 10 votos, es tan significativa al grado que este triunfo legislativo pudiera considerarse, incluso, como la derrota más importante del último reducto del régimen dictatorial, la teledictadura de Televisa y comparsas, subproducto del antiguo régimen; es decir, una relevancia ubicada tan sólo después de la derrota del régimen del partido-estado del PRI en el año 2000. Poca cosa, de ese tamaño es la trascendencia de esta decisión.

Hace más de 18 meses, el 30 de marzo de 2006 el Senado de la República aprobó con 80 votos a favor y 40 en contra la denominada “ley televisa” que había sido turnada desde diciembre de 2005 por la cámara de diputados la que aprobó la minuta en fast track, sin leer y en 7 minutos, en el Senado no se dio una primera lectura y se aprobó sin mayor discusión, -no paso a su análisis en comisiones previas- es decir, que se creó un engendro legislativo aprobando una ley de radio y televisión contraria al clamor y sentido interés nacional mayoritario; litigando los senadores a favor de intereses empresariales y de los grupos de poder. Fue una fecha fatídica, más ea, parece que hoy, los congresistas han conseguido la redención y si lo vemos por personajes hay dos que enmendaron sus torpezas: Pablo Gómez y Santiago Creel.

La otra cara de la moneda.

Lo que sucedió ayer al seno de la cámara revisora de Xicoténcatl, es la historia de la “ley televisa” pero contada al revés, hace un año los ciudadanos clamábamos por la revisión del texto sin prisas y que se discutiera ampliamente, hubo multitudinarias protestas sociales –no a cuadro, ni con linchamientos mediáticos mañosos-, las cuales depararon en oídos sordos, las televisoras nunca hicieron eco de los reclamos ni profundizaron en las propuestas, ni mencionaron sus efectos nocivos en contra de medios de comunicación medianos y pequeños, ni mucho menos la afectación a la comunicación ciudadana y de medios sociales; los intelectuales orgánicos como era obvio sólo planteaban las ventajas tecnológicas y comerciales en ese entonces, defendieron un dictamen que fue redactado desde las oficinas de Televisa y turnado a los rojos Enríque Jackson, Emilio Gamboa entre otros panistas.

En esta circunstancia los ciudadanos de a pie no teníamos ni a la CIRT ni los medios para dar nuestro punto de vista ni cargadas, ni linchamientos como los tuvieron las televisoras estos días; que dicho sea de paso, no se qué cosa sería peor: si un acto violento de sabotaje y destrucción de las vías generales de comunicación, o el uso de las mismas vías para linchamientos y bufaladas mediáticas, y si me apuran las estupideces de la programación comercial de las televisoras nacionales. Creo que estas últimas podrían ser causales con agravantes reales de ataque a las vías generales de comunicación también; pues el duopolio ha pisoteado un bien público como el espectro radioeléctrico de manera impune como si fuese su patrimonio personal.

Sin embargo, ¿dónde quedaron esta vez, todos los medios alternativos y pequeños que estaban en contra de la ley televisa? ¿Tales como el IMER, radiodifusoras independientes, etc.? Quedaron del otro lado de la discusión secundando a la CIRT ¿porqué? porqué en el fondo sólo pelean la democracia cuando esta trae de por medio el puerco dinero y la manutención con el erario público. “Con la ley televisa desaparecerán las AM”, “Con la reforma electoral desparecerán los spots y con ello el 80% de nuestros ingresos” (sic) entonces, ¿Qué los diferencia del duopolio televisivo?; ¿algún otro argumento mezquino a su favor?, ¿No? Gracias.

Y es que el que a hierro mata a hierro muere, ahora televisa está del otro lado de la moneda, exigiendo a destiempo más discusiones, someter el dictamen a lectura, enviar a segundas discusiones y a un “referendo” público; eufemismos todos para ganar tiempo, distraer el debate, manipular informativamente y menguar y/o evitar la fuerza con la que se preveía el Senado votaría favor de la reforma; gritos y sombrerazos que no lograron ni el más mínimo apoyo, ni persuasión y manipulación ciudadano, a pesar de la cargada golpista de las últimas horas a cargo de la jauría seudo sindical de la CIRT así como demás voceros y periodistas de la nomenclatura. Por primera vez, los poderosos medios electrónicos perdieron el control de la agenda pública, les pegaron directo en la línea de flotación y todavía no se recuperan del golpazo en la nuca.

Patadas de ahogado.

Ni pudieron los obús envenenados de demandar candidaturas independientes, la reelección de diputados y senadores, ni la defensa “patriótica” de la “libertad de expresión”, ni el abuso de la oportunista expresión “partidocracia” como señalamiento y objeto de dejarlos ver como los malos de la película; ni las amenazas telefónicas támpoco pudieron someter el juicio de los senadores; la geoestrategia informativo-legislativa y los tiempos que determino el Senado para dar a luz el dictamen de reforma y su discusión en comisiones unidas que atañen la reforma electoral, fueron ejercicios inteligentes a fin de contener al máximo posible la bufalada mediática que se les vino encima, que en los últimas días cayeron en la provocación grosera e insultante.

Su defensa y contra debate fueron torpes por no decir estúpidos, al grado de que se hablaba en nombre de “todos los mexicanos y la democracia” de modo que argüían que una decisión tan importante tenía que sujetarse al referendum –claro al mediático y con encuestas tramposas- “porque no se podría dejar una tamaña decisión en manos de los políticos y sus partidos” (mega ¡sic!), desconociendo a los poderes públicos y el sustantivo de los mismos, entonces ¿para qué diablos se supone que los elegimos como representantes?

Afortunadamente esta historia se empezó a corregir cuando notables senadores entre ellos Javier Corral, interpusieron ante la SCJN una acción de inconstitucionalidad; no hay crimen perfecto, con la votación de la ley televisa en 2006 habían quedado 40 senadores inconformes, número suficiente para interpelar ante la corte, cosa que a la postre resulto cuando la anterior declaro el 5 de junio de este año inconstitucionales artículos clave de la “ley televisa”; a partir de ahí se vino la debacle y la histórica reforma electoral que se aprobó ayer es sólo el principio del re- fortalecimiento de los poderes públicos y partidos por encima de los poderes de ipso televisivos; máxime cuando esto se dio en el marco de la reforma electoral y queda pendiente aún la no menos importante ley de medios.

Ejercicio sui géneris en contra de la telecracia.

Una acción que confieso sorpresiva, pues el poder que acumularon los medios nos hacía a muchos escépticos de los alcances de esta reforma, aún cuando la reforma es perfectible y tiene algunos vicios y oquedades menores, se pondera más el alcance directo en contra de los intereses del duopolio; así además, las señales políticas dadas, así como la sui géneris sesión del Senado nos conduce a una contundente lectura: el golpe que recibió la telecracia a sus bolsillos es demoledor, su cargada no tuvo influencia en las bases sociales; de facto se dio una contrarreforma a la perniciosa ley televisa; se eliminó al IFE y a su actual plantilla de consejeros como garante de pago de dineros públicos; se acabaron los spots. Esto es una muestra de la victoria de la oposición al dominio político de los medios electrónicos. Del aprendizaje de una fábula que reza: televisa no sabe de lealtad, tarde que temprano terminará dando la puñalada. Todos o sabían. La puñalada trapera que recibió Madrazo, Arturo Montiel y Santiago Creel son a título de ejempo los más significativos casos.


La onda expansiva de esta reforma -que aún con todo y sus ponderables defectos- y sobre todo de la nueva postura política de los partidos tendrá efectos políticos inimaginables en la opinión pública y en los venideros procesos electorales; sin apoyo social, sin senadores –sólo 11 votaron en contra, se necesitan 40 y argumentos jurídicos sólidos que claro, no existen, para poder promover una acción de inconstitucionalidad-; sin ningún grupo parlamentario a favor que con su tercio pudiera sumarse al interés de Televisa, la misma ha quedado aislada del auxilio de grupos políticos, máxime con la cargada denigrante que alzo en su contra; los actores que apoyaron la ley televisa están marginados y no tienen los incentivos para reactivar dicha ley.


Santiago Creel asumió la presidencia de la mesa directiva y se vengó, si fue toda una venganza, si es que este término permite alguna acepción positiva; el PAN después de negociar la salida escalonada de los consejeros le dio la espalda al consorcio, no tuvo (televisa) interlocutores políticos salvo el villa melón de Federico XEW Döring y el pararasitario Partido Verde dólar. Dante Delgado y Con-vergencia votaron en contra por una simple razón, ¿cuál? Porque defienden su feudo presupuestario que depende de la votación que alcance el partido quien juega en la línea del barranco electoral al no ser por su interdependencia parasitaria con los amarillos.

Efectos.

En resumen: el fin de los spots, de la venta del alma al diablo para competir electoralmente, la voluntad política mostrada por los actores políticos y partidos, el descabezamiento de los consejeros del IFE entre otros, son motivos que reconfiguran la escena política y que tienen efectos demoledores y multiplicadores; al grado que pegarán duro al mismo “legal” que estará en las miras –ya no incondicionales- de las televisoras. Luis C. Ugalde se largará el último día de octubre de este año, y el resto de consejeros a más tardar en 2010 serán relevados cosa que es juzgada; y la novela del fraude electoral es pieza clave de los tejes y manejes políticos. Y eso que "no hay pruebas, ni fraude".


Amén del desmantelamiento del discurso de “la credibilidad del IFE” y lo mucho “que nos ha costado a los mexicanos” que fueron muletillas a modo del “grupo compacto” salinista y el grupo “nexos” testaferros de la conveniente política electoral que impulsan las élites neoliberales y políticas. Toda una chuza. Quién sabe cómo se levantaran del know Out; en un día les demolieron un estribillo de 17 años.

No queda más que decir enhorabuena, esto es apenas una batalla ganada, que no nos lleva al fondo de una verdadera democracia e igualdad social, pero que era un paso pendiente que se tenía que dar, producto de una lucha de más de 30 años, mucho antes de la reforma política del 78. Sin duda una experiencia para el aprendizaje político. Se rescató un poco de la dignidad perdida; bien por los poderes públicos y la federación. Ya no más telecracia por encima de nadie, absolutamente nadie; esperemos.

analista político

roblesg2@gmail.com

gerarq22@hotmail.com



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