El allanamiento a la Casa Cultural de la Calle, clara violación a los derechos humanos: comisión edilicia

El procurador Tomás Coronado señaló que se trata de un pleito entre vecinos llevado a más

El director de Asuntos Internos de la policía tapatía, José Arturo Rolón, durante su comparecencia Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO

RAUL TORRES

Lo que para el procurador de Justicia del estado, Tomás Coronado Olmos, implica un pleito entre vecinos llevado a más, para la comisión edilicia de Derechos Humanos, que citó a comparecer a los funcionarios municipales encargados de las instancias involucradas en el caso de allanamiento a la Casa Cultural de la Calle, resulta ser un claro caso de violación a los derechos humanos donde se puso en riesgo la vida de uno de los consejeros de la CEDHJ y se incurrió en una posible omisión por parte de elementos de la Policía Municipal de Guadalajara al dejar en libertad a una mujer implicada en los hechos.

Tras las declaraciones del director de Asuntos Internos de la policía tapatía, José Arturo Rolón Reyes; del director operativo de la Policía Municipal, Francisco Javier Ornelas, y del jefe de Control de Vehículos, Oscar Valadez, los regidores tapatíos que conforman la comisión determinaron que ningún empleado del municipio participó de manera directa en los hechos ocurridos el 13 de junio; sin embargo, continúa la investigación contra los policías Alfredo Rodríguez Nuño y Bernardino Montes de Oca de la Torre por su probable responsabilidad al permitir que a una de las personas involucradas en el conflicto se le retirara.

Durante la sesión, el personal de Asuntos Internos que lleva a cabo la investigación reconoció que el día de los hechos, al entrevistarse con el comandante de la zona centro, César Miguel Paredes Mayoral, quien se encontraba presente en el lugar del problema, éste denotó cierta negligencia.

Además, aseguraron los investigadores, se sospecha de la posible colusión del comandante con un sujeto que sólo fue identificado como Orión, nombre clave que en la corporación municipal sólo utiliza personal de Control de Vehículos o de la Dirección de Asuntos Jurídicos.

Las fichas informativas presentadas en la comparecencia dan cuenta de que la persona que se identificó como Orión influyó de manera directa en el comportamiento de los policías tapatíos.

Uno de los documentos refiere: “después se le cuestionó de nueva cuenta al segundo comandante César Miguel Paredes Mayoral en relación con que por qué no detuvieron a la mujer, pero en ese momento la persona que había negado ser Orión (y anteriormente se había identificado como tal) le dijo Paredes Mayoral: ‘me voy a llevar la camioneta amarilla’ (en la que viajaba la mujer y el único detenido por el caso) y el segundo comandante le contestó que sí (…) Al seguir cuestionando al segundo comandante en relación con por qué permite que esta persona se lleve la camioneta antes mencionada, sólo comentó que no tenía elementos para detener a esta persona y asegurar la camioneta”.

Las sospechas de que Orión fuera un miembro de Control de Vehículos fue lo que obligó la comparecencia de Oscar Valadez, quien en su turno afirmó categórico que ninguna persona a su cargo estuvo presente en el problema.

En opinión de los investigadores de Asuntos Internos, Orión puede ser alguien que conoce las claves de la corporación y usurpó las funciones de un servidor público, por lo que es fundamental para la investigación conocer su verdadera identidad que, además, podría determinar si efectivamente participaron o no ex elementos de la Policía Judicial del estado.

Para Asuntos Internos el caso no está cerrado, principalmente porque el único detenido, Gumaro Guerrero Valtierra, supuesto lavacarros de la zona del parque Revolución, antes de su arresto viajaba como copiloto en la camioneta amarilla que conducía la mujer señalada por los afectados y a la que se le permitió entrar a su domicilio después de la captura de Guerrero Valtierra.