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domingo, abril 29, 2007

Un logro, despenalización del aborto: Pero no será fácil su implementación.

Marta Lamas

México DF, 25 abril 07 (CIMAC).- Marta Lamas, antropóloga y feminista mexicana, impulsora de los derechos de las mujeres, fue recientemente entrevistada por el diario argentino Página/12, en vísperas de la aprobación de una nueva legislación que despenaliza el aborto, durante las primeras doce semanas de gestación, en el Distrito Federal.

La principal referente de las luchas por los derechos de la mujer en México, como la llamó el diario, y con sus 30 años de militancia feminista, dijo a la periodista Mariana Carvajal que aunque "estoy muy contenta con el proceso, no creo que vaya a ser fácil la implementación de los cambios que se voten".

Narró el proceso de despenalización del aborto, que ella misma impulsó desde el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), creado por ella, y que coronó su trabajo de años en una reforma legislativa inédita, pues permite interrumpir un embarazo sin otros motivos que la decisión personal de la mujer en las 12 primeras semanas de gestación.

Y describió al diario argentino cómo se originó en su vida personal la necesidad de luchar por los derechos de las mujeres, a través del marxismo y la militancia, de la academia y de los instrumentos que ella misma creó para ese fin.

MARXISMO, FEMINISMO…

Lamas contó a Carvajal la forma en que conoció el marxismo, en el bachillerato a los 16 años, a través de un profesor "absolutamente de izquierda". "Para mí fue como que me corrieran una cortina" y pudo así entender las diferencias sociales y la pobreza.
Más tarde, en 1971, durante una conferencia del famoso trotskista Ernest Mandel, escuchó a Susan Sontag. Otro velo se descorrió, pues la feminista habló sobre la segunda ola feminista en Estados Unidos, "de cómo el poder no solamente definía las relaciones de producción y estaba en la lucha de clases, sino también en las relaciones de las mujeres, en la sexualidad, en el orgasmo".

A partir de ahí empezó a asistir a reuniones feministas. "El feminismo me cambió la vida", dijo. "Me permitió hablar desde mí: en el sentido de que si yo, siendo una mujer privilegiada, universitaria, etc., etc., vivía ciertos tipos de opresiones y discriminaciones, poderlas asumir y desde ahí hacer una batalla que incluya a todos los demás".

DE LA REUNIONES A LOS INTRUMENTOS

Más tarde consideró necesario que el feminismo pasara de las reuniones espontáneas a la creación de instrumentos de transmisión de información y de línea política, dijo al periódico bonaerense.

En 1976 fundó Fem, primera revista feminista de México. En 1990, Debate Feminista. Luego el instituto de capacitación en liderazgo para cuadros políticos Simone de Beauvoir. Y una organización para conseguir la legalización del aborto en México, en defensa de derechos sexuales y reproductivos (GIRE), y otra que se llama Equidad de Género que se dedica a trabajo, ciudadanía y familia.

¿Cómo se dio el debate por la despenalización del aborto que está por votarse en el DF?, le preguntó Carvajal.

–En México, cada estado tiene su Código Penal y aparte hay uno federal. El aborto está en los dos códigos que rigen en el DF: el del estado y el federal.
Explicó que la despenalización en el DF estará en contradicción con el Código federal y probablemente llegue el tema a la Suprema Corte de Justicia. Los hospitales y clínicas que dependen de la Secretaría de Salud del DF estarían dispuestos a hacer los abortos de acuerdo a la nueva ley. Pero las clínicas del Seguro Social, de carácter federal y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) van a poder ampararse en la ley federal para evadir la ley local.

Sin embargo, dijo Lamas, aunque "estoy muy contenta con el proceso, no creo que vaya a ser fácil la implementación de los cambios que se voten".

Marta Lamas recordó que en el año 2000 se logró cambiar una parte del Código Penal del DF, que permitía el aborto sólo si el embarazo provenía de una violación o si había peligro de muerte para la mujer. "Conseguimos que se cambiara este último supuesto por "grave daño a la salud", que no es lo mismo. E introdujimos la despenalización en los casos de malformaciones del producto. Ahora se planteó otra causal que es "por obstrucción del proyecto de vida de la mujer", donde caben razones económicas, psicológicas...

Sin embargo, continuó Lamas, se modificó "porque ese concepto irrita mucho" pero todas maneras creo que de facto es una despenalización.

"El DF, detalló la antropóloga, tiene un gobierno de izquierda, el PRD, que tiene la mayoría total legislativa. Pero lo curioso es que esta iniciativa no la presentó el PRD, sino un diputado del PRI. En este momento hay 10 ó 12 estados gobernados por el PRI, donde tienen mayoría y ahí no proponen la despenalización del aborto. Donde son minoría, sí lo hacen, un poco para hacer escándalo, otro poco para forzar al PRD a oponerse, pero en este caso el PRD se lo tomó en serio".

“Originalmente, el proyecto estaba muy mal hecho: castigaba a los médicos que no quisieran hacer los abortos y ése no es el punto: las instituciones deben garantizar que se brinde el servicio. Un partido chiquito nuevo de una feminista, Patricia Mercado, tomó la iniciativa, le cambió cosas muy burdas que tenía, la mejoró y buscó alianza con el PRD".

Lamas señaló que el conflicto post-electoral influyó para que la despenalización del aborto dejara de ser un tema tabú.

La negativa de Felipe Calderón y del PAN para volver a contar los votos de la elección, que fue tan reñida, "irritó a un sector grande de la población"… "La negativa agudizó la polarización y el enfrentamiento. Entonces, aunque no fue una iniciativa del PRD, se pensó que así les sacarán roncha a la derecha, al PRI, a la Iglesia Católica. Si se hubiera dicho que se vuelvan a contar los votos, las cosas hubieran sido distintas".

FEMINISMO Y REAL POLITIK

¿Cómo ve el movimiento feminista en América Latina?, cuestionó Mariana Carvajal.

"Hay muchos feminismos, hay distintos grupos, respondió Lamas. Yo pertenezco a una tendencia que ha insistido mucho en la necesidad de institucionalizarse, de entrar en la real politik, de trabajar con hombres. Muchas feministas nos ven como unas pervertidas, como que hubiéramos perdido esa espontaneidad y esa cuestión de hacer las cosas entre mujeres. Hay grupos muy sectarios, muy intransigentes, para mí muy atrasados. Hay feministas y grupos que han logrado hacer intervenciones muy interesantes en sus sociedades, con políticas públicas y presencia en el gobierno. Para mí, con ser feminista no basta: hay que ser feminista y tener además otro tipo de definición para poder realmente transformar e incidir. El feminismo es como un primer momento de entender y descubrir que la diferencia sexual se traduce en desigualdad social, pero es algo que necesita aparte de ese nombre, distintos apellidos. Puedes encontrar feministas más conservadoras, más progresistas, más de izquierda, más de derecha. Hay un feminismo más cultural, cuya apuesta es transformar lo simbólico, que me parece muy necesario. En este momento hay muchas feministas en América latina que ya están insertas en los aparatos de los propios partidos o en los gobiernos y desde allí están teniendo una influencia muy importante. Cada una en su lugar: necesitamos mujeres en la calle, gritando, con pancartas, que estén presionando, pero también necesitamos juezas, funcionarias, académicas que estén investigando.

¿Y por qué cree que el feminismo tiene tan mala prensa?

– Porque simbólicamente vivimos en un orden patriarcal y el feminismo está atentando contra una situación de privilegio de los hombres. A los hombres no les interesa para nada compartir el trabajo doméstico y la vida privada. Viven como una amenaza el reclamo feminista de paridad. También hay muchas mujeres feministas que llegan a situaciones de poder, que son jodidas, son competitivas, sectarias, que no han podido superar la bronca. Y la gente generaliza: en vez de decir Juana es resentida, dice las feministas son resentidas. Yo no veo más que en chicas jóvenes de menos de 40 años un feminismo lúdico, erotizado, divertido, que no esté teñido de reclamo victimista ni de resentimiento. El feminismo tiene mala fama en parte porque tenemos grandes enemigos, los medios, los hombres que están en el poder, la Iglesia Católica se dedica a darnos con caña cada vez que puede y nos considera su principal enemigo.

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