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lunes, febrero 26, 2007

Opinión - Jaime Hernandez

Ramírez Acuña: un sexenio trístemente célebre

Jornada Jalisco

El próximo 28 de febrero termina por fin uno de los gobiernos más perniciosos y mediocres de Jalisco, sólo comparable a los de la Nueva Galicia con inquisición, colonialismo y racismo incluidos. El gobierno de Francisco Javier Ramírez Acuña pasará a la historia, sin duda, como uno donde más injusticias y abusos de autoridad existieron.


Casi a partir del inicio del sexenio se desarrolló una política de impunidad y menosprecio al estado de derecho y los derechos humanos al no cumplir el ahora ex gobernador las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales.

Desprecio a la ley

Es evidente que ante una impunidad creciente la tortura haya adquirido carta de naturalización, sobre todo a partir del trato cruel inhumano y degradante contra los jóvenes altermundistas el 28 de mayo de 2004; por cierto, la mayoría de ellos de Jalisco. En este suceso Ramírez Acuña no esperó a que el entonces presidente Vicente Fox le sugiriera fabricar culpables como sí le sugirió éste a Humberto Moreira en Pasta de Conchos.

Ramírez Acuña protegió a sindicatos blancos y charros que día a día extorsionan a miles de pequeños empresarios y negocios familiares, y permitió una corrupción sin límite en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje donde los sindicatos cetemistas y croquistas consideran a la dependencia propiedad privada, y castigó arteramente a trabajadores como los del DIF por ir a huelga por un salario digno y hoy por hoy a los sindicatos independientes se les persigue hasta tratar de exterminarlos.

Ramírez Acuña sin el menor asomo de remordimiento se asignó un altísimo sueldo y repartió a placer bonos millonarios a su gabinete; en tanto, se incrementó el abandono y la marginación en las étnias de la entidad. La degradación ecológica en el Salto, Miravalle y La Primavera nunca fueron atendidas porque le gustaba –todavía–, viajar por todo el mundo y gastar el dinero del erario buscando supuestos inversionistas. Hasta compró un jet, propio de un potentado. Abandonó, eso sí, un juicio ganado frente a Colima en la Suprema Corte en agravio de los náhuas en la entidad. Hoy esta zona es “tierra de nadie” mientras la minera Peña Colorada está de pláceme.

Ramírez Acuña “coscorroneó” en lo corto a diputados priístas y panistas que prestos se aplicaron en modificar la Ley de Transparencia; torció el derecho y a la procuraduría, mal llamada de justicia, sin un ápice de moralidad, para evitar ir a prisión al negar información pública. Conoció y supo del burdo tráfico de influencias de Fernando Arias, su operador de censura institucional y director formal de comunicación en la secretaria de Gobernación a efecto de que el aparato estatal protegiera al hijo de éste con el objeto de burlar la ley en un crimen que no tiene nada de imprudencial.

Dados los dividendos mediáticos que le resultó al manejar inocentes como si fueran culpables, como en el 28 de mayo, llegó a sostener de plano, en el periódico del gobierno del estado que los “delincuentes no tienen derechos humanos”. Trató de resucitar la policía secreta con la falsa “iniciativa” de Octavio Solís Gómez, corporación nefasta y de ingratos recuerdos en la “guerra sucia” que se desplegó contra cientos de jaliscienses.

En los aspectos económico, laboral, social y cultural, la política conservadora y de privilegios hacia unos cuantos fue la constante durante casi seis años. No bastó no tener logros significativos, sino que además fue muy cuestionado que en varios informes anuales se inventara obra inexistente, o que se distorsionaran cifras como en el área de seguridad pública cuyos datos, entre un año y otro, se desvanecen para cualquier seguimiento correcto.

A Ramírez Acuña se le menciona todavía como un empresario camionero “exitoso” a raíz de que dirigió el Sistecozome, al tiempo que combatía con todas sus fuerzas al sindicato independiente. Mientras sonaban a todo lo que da los escándalos y sobornos en el Ayuntamiento de Tlajomulco para construir viviendas sin calidad y caras, fueron inexistentes los créditos a la vivienda popular con el fin de favorecer a voraces inmobiliarias y bancos.

Los espacios deportivos y de convivencia se encuentran en un estado de lamentable abandono y además se recortó el presupuesto a cultura. El desempleo abierto no disminuyó y se favoreció a empresas trasnacionales. Además, Jalisco está catalogado por la propia PGR como una de las entidades con los mayores índices delictivos . No obstante las continuas ejecuciones extrajudiciales, se afirma que la delincuencia estaá“bajo control”.

Ramírez Acuña es un personaje gris y oscuro, sus nexos con las altas esferas de los poderes fácticos, económicos y eclesiástico, pero sobre todo gracias al fraude electoral, lograron convertirlo en uno más de los cobradores de facturas del actual Presidente ilegítimo del país y por eso ahora goza de un puesto que no se ganó nunca.

Protesta civil

Hoy a las 5 de la tarde, amigos y familiares de Néstor Alan Rodríguez Licea, se manifestarán nuevamente en Juárez y Enrique Díaz de León. A tres meses de su muerte a manos de borrachos que jugaban “carreritas” y que evitaron la cárcel gracias a que sus padres viven al amparo de Ramírez Acuña y de las grandes ventajas que dan la impunidad y el tráfico de influencias, los familiares de Néstor Alan exigen justicia.

El próximo miércoles 28 de febrero, a partir de las 12 horas y en Plaza de Armas, justo en el último día de la actual administración estatal, una veintena de organizaciones sociales convocan a la realización de un Tribunal popular contra el ex gobernador Francisco Javier Ramírez Acuña. A las 5 de la tarde un jurado ciudadano emitirá el veredicto.

De igual forma, el jueves primero de marzo a las 10 de la mañana del cruce de Chapultepec y avenida Hidalgo, partirá una manifestación ante la posible visita de Felipe Calderón a la entidad. Es previsible que asista, pues tendrá que demostrar su eterno agradecimiento a los panistas jaliscienses para acceder espuriamente al poder. La manifestación se realizará también ante el relevo en el Poder Ejecutivo, pues Emilio González Márquez promete ser más de lo mismo, pero con creces. Para muestra dos botones: Espinosa Guarro en Trabajo y Carlos Nájera en Seguridad Pública.

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